Cuando nos cambiamos por dentro permitiéndonos experimentar y reconocer nuestras emociones y heridas por tanto tiempo suprimidas, así como nuestras esperanzas y sueños para nosotras, nuestra familia y nuestro planeta, cambian por fuera las condiciones de nuestra vida.
- Christiane Northrup-
Cuerpo de Mujer, Sabiduraía de Mujer
El camino de recordar quienes somos, sin todas nuestras armaduras, a veces es muy hermoso y a veces se siente muy frustrante.
Pareciera, por momentos, que caminamos en círculo.
El otro día tuve una visualización, en la que me vi caminando sobre un espiral.
Y entendí que muchas veces parece que estamos en el mismo lugar que en el pasado, transitando los mismos patrones y errores, pero si seguimos caminando, nos damos cuenta de que donde estamos, es exactamente donde teníamos que estar, y lo que aprendemos, nunca es igual a lo que aprendimos antes.
Hace seis años cuando comencé mi trabajo con mi sombra, de aceptar mi dolor y abrazarlo, toda mi identidad, toda mi vida se transformaron. Y en un momento, pensé que ciertas formas mías de auto-exigencia, auto-maltrato, auto-postergación, falta de reconocimiento y poco amor propio, bloqueos de mi energía creativa, ya habían “sanado” y no eran más parte de mi.
Ahora me da risa escribirlo, pero posta lo pensé.
Hace dos meses volví a tocar fondo.
La maternidad, la mudanza de país, la cuarentena, movieron lo que yo creía que ya no era posible de mover, y me hicieron dudar de todo.
Me encontré con un vacío muy difícil de habitar, y con un estado de stress y ansiedad crónicos, que me llevaron a coquetear con un trastorno de alimentación y a no ovular durante muchos meses.
Se que muchas me podrán decir que la falta de ovulación al estar dando la teta, puede extenderse y no es señal de un desequilibrio en tu salud.
Pero yo conozco mi cuerpo y conozco mucho mi ciclo ovulo-menstrual,y supe que esta falta de ovulación, estaba siendo un aviso.
A veces es muy difícil mantener el diálogo interno con una misma.⁠
La vida nos pasa por encima y parar y ponerte una mano en el útero y respirar, pareciera ser un lujo imposible de darse.⁠
Pero ahí está el cuerpo con sus herramientas, para rescatarnos.⁠
Tuve una sesión con una maestra y amiga, para que me ayude a pensar por qué la falta de ovulación.
En la sesión surgió una pregunta clave.

¿Qué espacio le estoy dando yo
a mi propia nutrición y a mi deseo en mi vida?

La ovulación, no es sólo importante si estamos buscando un embarazo.
El acto de ovular, es la manifestación de una fuerza interna. Es la manifestación de nuestra verdad en el mundo,
desde nuestro centro creativo.
Para que eso suceda, nuestro cuerpo tiene que sentirse autorizado por nosotras mismas a hacerlo,
y también debe estar nutrido y cuidado, para poder generar toda esa energía.

La nutrición vale pensarla en todos los aspectos de nuestra vida. Tanto con los alimentos, como con los afectos, los estímulos, el tiempo a solas, los pensamientos, el trabajo.
Dejé que esa pregunta resonara en mi y a las semanas, empecé a sentir que estaba poniendo la excusa de la maternidad para evadirme a mi misma.
No digo que la maternidad no sea una locura que te limita el tiempo para vos misma, claro que sí, lo es! Sin dudas.
Pero me di cuenta, de que estaba volviendo a los patrones conocidos. A evadir el descanso cuando era posible, a no darle lugar a mi placer, a ir detrás de una hiperproductividad y un reconocimiento en el afuera.
Muchas emociones de la infancia, en relación a mi mamá, estaban queriendo salir a superficie, y yo por miedo, las tapaba con atracones de comida.
No estaba siendo capaz de comunicarle tampoco a mi familia mis necesidades. Básicamente porque no las tenía claras yo.
Siempre había algo que hacer, antes de sentarme a tener un encuentro conmigo misma y preguntarme qué necesito hoy.
Cuando me cayó esa ficha, empecé a volver, con paciencia, a mi rutina de meditación de útero diaria.
Y rápidamente empezó a bajar mucha data para mi.

MI PROCESO DE RE-NUTRICIÓN
- Cada una debe encontrar su propio camino, sus propias respuestas. No comparto esto como un manual de instrucciones a seguir para sanar, ni para ovular, sino para compartir mi camino y mi experiencia-

♡ Volví a habilitarme un proceso de meditación, todas las noches. En el momento en el que mi hijo se quedaba dormido. Empecé con 10 minutos, y de a poco fui extendiendo el tiempo.
En ese espacio volví a conectar con mis rituales y a inventar nuevas meditaciones de conexión con mis órganos sexuales. Algo que no hacía desde que había parido.
Esta parte fue y es la más importante para mi.

♡ DORMIR ! Teniendo un hijo de un año y medio, no es algo que se pueda controlar del todo, pero empecé a dejar de castigarme por no levantarme a hacer yoga / escribir / lo que sea. Dormir cuando pudiera, al menos tirarme en la cama a NO HACER NADA, está siendo clave en mi proceso de re-nutrición.

♡ Me tomé un break de instagram.
Me comprometí a no conectarme durante 30 días.
Me desisnstalé la aplicación del teléfono, porque sino era imposible.
A los dos días, ya sentí una diferencia en mi energía ENORME. WOW. Lo recomiendo mucho!

Es algo para hacer, al menos, unos días por mes.

♡ Una importantísima decisión que sentí muy adentro mío y muy genuina, fue dejar de darle la teta a mi hijo. Lobo tiene 18 meses, y me di cuenta de que ya no era placentero para mi.
Pude darme cuenta de que estaba manteniendo ese vínculo por miedo, por culpa. Por miedo a lastimarlo, por miedo a ser peor mamá….
El proceso fue hermoso, y aprendí mucho. Sobre todo, de todo lo bueno que trae dejarse guiar por el placer y el deseo genuino por una misma. Eso sólo puede traer amor.
Y así fue. Duró dos meses el proceso en total, y fue muy mágico y amoroso para mi, para mi hijo y mi compañero.

♡  Busqué ayuda de mujeres que admiro y confío. Más allá de que yo me dedico a estudiar, reflexionar y trabajar con personas con úteros y sus desequilibrios, me parece clave no auto-diagnosticarme todo el tiempo. Sino buscar en el encuentro un apoyo amoroso, para que me ayude a ir a esos lugares que sola me va a costar más entrar.

♡  Empecé terapia. No importa cuál sea la terapia que elegís, que sea una en la que sientas que tenés un espacio de contención y reflexión.

♡  Elegí volver a conectar con el alimento como mi medicina.
Elegir lo que la Madre Tierra nos regala. Con una guía amorosa, aumenté el consumo de frutas y verduras, y fui dejando las harinas y los azucares con las que me producía los atracones y dolores de panza. Este proceso también duró dos meses, no fue de un día para el otro.
Antes del parto era parte de mi rutina, pero el puerperio me llevó puesta.
Si bien soy vegana, la ansiedad y los atracones me habían llevado a consumir altísimas cantidades de refinados, y me estaba haciéndo mierda el cuerpo y el ánimo.
Como me dijo mi guía, el cuerpo también necesita entrenamiento y un combustible correcto para poder acompañar las transformaciones espirituales, ya que somos uno, no somos cuerpos escindidos de nuestra espiritualidad.

♡ Empecé a tomar diariamente suplementos de Magnesio, Spirulina, Vitamina B12, B1, B6, Zinc, y un hongo HERMOSO que se llama Reishi, que lo tomas como un te.

♡ Me empecé a vincular más comprometidamente con algunas plantas relajantes del sistema nervioso, como manzanilla y lavanda. Y empecé a tomar diariamente mi planta emenagoga preferida: la ortiga. Algunos días tomaba Malva, también.
Además empecé a tomar infusiones para el hígado, diente de león y cardo mariano.

♡ Disminuí el consumo de café, y al mate le agrego (aún más) yuyos. Esto tiene que ver con la ansiedad y una gastritis crónica que tengo y me vuelve cuando estoy muy nerviosa y estresada. Mis prefes para agregarle al mate: manzanilla, lavanda, coco, cedrón, burrito y cardo mariano.

♡ Todo este proceso, me llevó a darme cuenta de que tener dos trabajos + la vida en familia, me estaba agotando. Conecté con que mi deseo no es más trabajar editando documentales, sino darle más lugar y dedicación al trabajo con mujeres y personas con útero.
Esto fue clave para mi. Tenía un proyecto de película para empezar en unos meses, y poder decirle que NO, sin tener miedo, o teniéndolo, pero confiando en mi y en mi deseo, fue muy empoderador. 
Si te interesa chusmear las propuestas de talleres que estoy creando, podes verlas acá.

Al no ovular, aprendí algo muy esencial de mi naturaleza cíclica, parece un aprendizaje viejo, pero no lo es para nada.
A habitar mi oscuridad, mi cuevita, mis deseos, con mucho amor, paciencia y, sobre todo, entregarme a mi misma.
Darme espacios para escucharme.
Validar mi propia nutrición, y crear desde ahí, no desde mi vacío.

Hoy, disfruto mucho de ser yo.
 
No es hermoso?!
Cómo nos habla nuestra útera y nos guía hacia nuestra verdad?!
Me apasiona!

Gracias por leer!
Con muchísimo amor,
iari.

La ilustración es de @ododua.aum⁠
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