¿Alguna vez te pusiste a pensar en todos los productos, herramientas, comodidades, objetos en los que te apoyás para poder sangrar todos los meses y seguir viviendo tu vida como cualquier otro día del ciclo?
Por ejemplo, contamos con dinero para poder comprar la cantidad de toallitas descartables y tampones necesarios. Tenemos agua potable para limpiarnos y limpiar la ropa que sangramos. Tenemos varias mudas de ropa. Ibuprofeno a la vuelta de la esquina. Varias bombachas para ir cambiándola día a día, o varias al día. Jabón(es). Algún que otro bolsito pequeño y hermoso para guardar todas estas cosas en la cartera o la mochila. ¿Qué más?
La gestión natural del ciclo menstrual nos propone re-pensar todo lo aprendido y buscar maneras y herramientas más amorosas hacia nosotras, nuestra cuerpa y la naturaleza, con las cuales gestionar nuestra sangre.
Re-pensar el uso de toallitas de plástico y probar usar toallitas de tela y/o copita menstrual, y de esa manera no buscar tapar nuestra sangre con olores y productos químicos y falsos, ni devolverle a la Naturaleza contaminación, cuando ella nos provee con un portal de sabiduría ancestral todos los meses, a través de nuestra sangre.
Re-pensar el consumo (o al menos el abuso) de fármacos, como el ibuprofeno y poder abrir un espacio de descanso y escucha, todos los meses.
¿Qué necesito hoy?
¿Qué tengo ganas de hacer?
¿Qué me está diciendo mi cuerpo-espíritu?
Acercarme al poder curativo y amoroso de las plantas. Vincularme con la naturaleza y apoyarme en sus dones y regalos cuando necesito un poco más de energía, o de calma, o de tratamiento para algún síntoma en particular.
Como por ejemplo relacionarme con la manzanilla, el jengibre, la lavanda, melisa, canela, ¡entre muchas otras!
La gestión natural del ciclo menstrual nos propone re-pensar el simplemente anotar en la agenda cuando nos tiene que venir, y empezar a honrar nuestra ciclidad, entenderla y conectar con las energías que recorren nuestros cuerpo durante las diferentes fases del ciclo. Por ejemplo a través de un diario lunar.
Como la luna, ciclamos. Nos movemos. No somos lineales.
Nuestra energía no es siempre igual, y tratar de mantenernos siempre productivas y activas, nos genera un malestar, sobre todo a largo plazo, generando patologías como quistes, fibromas, miomas, Endometriosis, amenorrea, dismenorrea.
Nos propone encontrar nuestras propias formas de honrar esos días de sangrado.
La gestión natural del ciclo menstrual nos propone re-pensar cómo fue nuestro mes.
Cómo nos alimentamos, cómo nos tratamos, cómo nos relacionamos con los demás.
La sangre nos habla de nuestro estilo de vida. De nuestros vinculos, nuestras decisiones.
La gestión natural del ciclo menstrual, nos propone, también, ser concientes de nuestro privilegio.
De las herramientas con las que contamos todos los días para poder ir a estudiar, trabajar, entrenar, pasear, etc.
Muchas mujeres y personas menstruantes no tienen esta posibilidad, porque no tienen acceso a todos estos productos y herramientas.
Porque el sistema se encargó de alejar a nuestras comunidades del conocimiento ancestral y dejarnos -casi- sin opciones a la hora de gestionar nuestra sangre, más que comprando y consumiendo productos carísimos y contaminantes para nosotrxs y el medio ambiente.
Menstruar es político.
Menstruar es armonía en el cuerpo. Es sabiduría. Es saber que nuestro cuerpo está funcionando bien.
Es armonía energética y hormonal. Es fertilidad. Creatividad.
Es limpieza natural del organismo, tanto física como emocionalmente.
Es empoderamiento, fortaleza, vulnerabilidad. Aceptación y abrazo a nuestro lado oscuro.
No debería ser causa de quedarnos afuera de nada, si no es ese nuestro deseo.
No debería ser motivo de verguenza. Ni de bullying en la escuela.
No debería ser un desecho.
La sangre no debería estar tapada, sino celebrada.
Menstruar es una oportunidad.
De escuchar y de volver a nuestras raíces.
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