Kaleema es el proyecto musical de Heidi Lewandowski.
Ella es música, compositora, productora y
DJ nacida en Argentina.
Además forma parte la banda Chancha Vía Circuito.


Kaleema is the music project of Heidi Lewandowski.
She is a musician, composer, producer and DJ born in Argentina.
She also is a member of Chancha Vía Circuito.


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For English version, and more photos, keep scrolling!

Contanos cómo fue tu evolución musical y artística hasta llegar a ser “Kaleema”
Básicamente mi primer acercamiento a la música fue a los 13, 14 años con el violín, empecé a tocar repertorio clásico.
Mi relación con la música se modificó completamente, se transformó. Fue un antes y un después cuando empecé a tocar un instrumento.
Siempre había amado la música, pero fue en el momento en el que empecé a tocar un instrumento, que la empecé a entender desde otro lugar.
Después tocaba guitarra, hacía canciones indie ó folk. Y continué con el violín muchos años, de hecho toda la vida...hace 16 años toco el violín. Pero hace unos años, cuando trabajaba tocando en orquestas, hice una colaboración con un compositor y director de orquesta alemán, que se llama Gregor Schwellenbach, para un proyecto en el Centro de Experimentación del Teatro Colón.
Era una interpretación de música electrónica, con instrumentos orquestales y acústicos. Fue una cosa que me voló la peluca. Eran dos universos que yo amaba, la electrónica por un lado y los instrumentos acústicos u orquestales. Fue algo que a mi me nutrió mucho como música, poder tocar con otros músicos en un formato gigante, 70 personas en un escenario generando un sólo sonido.
Previamente a eso, yo había decidido que quería hacer música más bailable o con elementos electrónicos, y me había ido a estudiar un año a Estados Unidos producción de música electrónica, en la escuela SAE.
Que fue algo que me abrió mucho la cabeza, porque yo ya quería incorporar herramientas electrónicas y digitales a las composiciones pero desconocía el formato MIDI, el trabajo con el software.
Venía de un palo académico, teórico. Con partituras, obras clásicas.
Entonces fue como todo un aprendizaje el hecho de integrar esos universos, que por mucho tiempo fueron paralelos, no se tocaban.
En el 2014 decido dejar el conservatorio, estaba haciendo la licenciatura en composición musical, en la UCA.
Por varios motivos decidí dejar . Yo ya tomaba clases de composición y piano con una maestra pianista que se llama Mónica Cosachov, es una genial total.
Y ella me había dicho que me recomendaba que deje el conservatorio, porque te genera una base excelente para la música, pero luego te empieza a coartar y te quedas en una especie de limitada caja sobre qué es lo que debería estar bien o no.
Y a mi justamente me interesaba componer, y no me servía que me pongan estructuras.
Dejo el conservatorio, y era como un salto al vacío.
Tenía 26 años y ahí es que surge el proyecto de Kaleema.
Yo necesitaba estar haciendo música, que la sienta fresca, o sea que no fuera leer una partitura de alguien que la hizo hace 400, 500 años y experimentar.
Que la música deje de ser algo teórico o de reglas y que empiece a cobrar vida.
Que me divierta!
Así fue que comenzó, y todo ese trabajo anterior que yo ya había hecho, colaborar con orquestas, o con esta pianista que tomé clases 5 años, todo eso empezó a integrarse de alguna manera.
Aunque en la música que hago, no hay instrumentos como piano, al menos no como sonoridad fundamental. Hay otras sonoridades que me interesan mucho más, llenas de naturaleza, o de ritmos como el dance hall o el hip hop, más urbanos.
Y así fue que descubrí que esa era la música que quería hacer.
Bastante experimental, pero empezaba a buscar mi propia voz.

¿Cómo exploras el feminismo a través de tu arte?
Está muy bueno este momento. En el que yo creo que las mujeres están empoderándose mucho, en un montón de aspectos, sobre todo con los derechos, del aborto, del trabajo, de la equidad de género en general.
Y me parece que las mujeres tenemos una voz distinta a los hombres, en todas las esferas, ya sea en la música, en la fotografía, en la pintura, en el teatro, tenemos otra mirada.
Es esencial que haya espacio para esa mirada femenina.
Yo siento que cuando estoy trabajando en el estudio y estoy componiendo, es como estar en un lugar donde sucede una alquimia que a mi me transforma y le da sentido a todo lo que hago.
Y es un arquetipo muy femenino ese lugar. Que yo puedo habitar en ese momento.
Me empodero, en ese espacio de creación y de libertad.
Trabajo con polos, lo femenino y lo masculino, lo luminoso y lo oscuro, o lo escondido, que tienen que convivir para que realmente haya un juego de tensión, no puramente una cosa, ni la otra.
Eso es lo que más me gusta explorar.
La decisión de darle voz, de ponerle mi voz a las canciones, tiene que ver con eso. Con que me encantan los sonidos digitales, pero yo le quería dar una impronta femenina y personal.
Que la voz lo tiene, porque cada uno tiene una voz única. Y no se trata de desarrollar algo virtuosamente, sino de expresarse, de expresar la mirada que tenemos sobre el mundo, y sobre el universo.
Eso es lo que intento contar un poco en la canciones.

¿Dónde encontrás inspiración para tu música? A mi me remite mucho a una conexión con la naturaleza, a la Tierra, a nuestros orígenes.
Sí, totalmente. La naturaleza siempre es la número uno de mis inspiraciones. En primer lugar porque es el espacio donde encuentro más refugio. Para el descanso y para el espíritu.
Y también porque la naturaleza acobija y no juzga. Es como una madre.
Bueno, es La Madre de hecho. Sí, definitivamente la naturaleza, las maderas, sus sonidos, sus texturas, todo me inspira en la naturaleza.
Me gusta usar todo eso.
Y también me gusta acompañarlo de sonidos más sintéticos. Pero que dentro de lo sintético mantengan una organicidad.
Otra inspiración es la música de comunidades ancestrales. Me encanta escuchar música de África, tengo una pequeña colección de vinilos, y me encanta escuchar música que tenga muy poca complejidad a nivel músical, es decir con pocos elementos, tal vez unas voces o unos tambores, unas cuerdas.
La música de Europa del Este me vuelve loca. Los coros de mujeres búlgaras, me parece lo más exquisito que hay.
Y son mujeres, que cantan como cantan, que tienen como una tonada de cabra, porque durante generaciones y generaciones cuidaron cabras en la montaña. Entonces para no sentir la soledad empezaron a imitar sus sonidos. Y tienen unas tonadas!
Cantan muchas juntas, y parecen animales. Unas armonías bellísimas.
Eso es lo que más me inspira. Las escucho a ellas y se me pone la piel de gallina. Me transporto.
Ah, la música árabe también.
¿Cómo fue y cómo es a lo largo de tu vida personal la relación con tu femineidad ?
Yo tengo la suerte de tener una madre que siempre me inculcó una cuota muy grande de libertad como mujer. Es una mujer muy independiente y la admiro mucho.
Porque es muy transparente y muy femenina. Tiene mucha fuerza. Es vulnerable y fuerte.
Y eso me lo transmitió desde muy chica y también me transmitió el amor por ser mujer.
Esa condición maravillosa que nos da la vida. La posibilidad de traer vida al mundo, entre otra de las maravillas! (Risas).
Esa relación me marcó mucho como mujer.
Al mismo tiempo mi feminidad es algo que voy descubriendo continuamente también.
La manera de relacionarme con mi condición de mujer, con mi cuerpo de mujer.
La danza es algo que me ayudó muchísimo. La actividad física, el Yoga.
Y continuamente estoy aprendiendo y re-aprendiendo, recordando por mi propia naturaleza Ariana, con ascendente en Aries encima (risas), estoy al horno…tengo una energía muy masculina, muy de la acción, y del ir para adelante. Lo que re-aprendo continuamente es a ocupar un lugar más perceptivo, y de receptividad. Más que de hacer y de estar en la acción.
Eso siento que tengo que trabajar como mujer y recordármelo continuamente.
Ir hacia adentro, parar y escuchar.

¿Qué significa para vos ser feminista hoy? Y ¿qué es para vos ser una mujer fuerte?
Para mi ser feminista hoy es atreverse, antes que nada, a tener una voz propia y no sentir vergüenza de esa voz como forma de vida, como elección de vida.
Para mi una mujer fuerte es una mujer que es consciente de sus capacidades. Que elige una actividad que le genera placer y gozo y que la hace feliz. Algo que realmente disfruta. Y que lucha por sostener eso y por sostener su mirada en el mundo.
Las mujeres feministas de hoy, creo que están super activas, se contagia muchísimo una mujer a la otra cuando está empoderada y las mujeres fuertes de hoy, yo creo que son madres, son músicas, fotógrafas, cineastas y que están ahí con sus nenas y sus nenes, haciendo lo que les gusta hacer. Esa multifunción que tiene la capacidad de generar la mujer, pero al mismo tiempo desde un lugar de conexión con la Tierra, con los ritmos naturales y no en la locura urbana de ir en contra de todos los tiempos a la manera capitalista, en la que no importa si estás menstruando, todo el tiempo te exigen, continuamente al palo, no importa si una está triste, angustiada, con dolores o menstruando.
Siento que la mujer realmente fuerte y empoderada es la que se atreve a ir a otro tiempo que lo que está estipulado.


¿Cuáles son para vos, los mayores desafíos a los que se enfrentan las mujeres en la escena musical hoy?
A mi me pasa bastante que mucha gente , sobre todo hombres, no creen que las mujeres somos capaces de trabajar con herramientas digitales.
Y te preguntan, ¿quién te produce los discos? O ¿quién te produce lo otro?
Yo!
Es como si en el imaginario hubiese quedado que las mujeres son para las humanidades o para todo lo que es de cierta manera, que no involucra la técnica o la ingeniería o todo lo que es la maquinaria, porque todo eso es para los hombres, los cables, la electricidad, los enchufes.
Como si fuesen dos cosas que no se tocan.
Cuando, actualmente, hay muchas mujeres sonidistas, muchas mujeres produciendo música electrónica, muchas mujeres que están trabajando con herramientas de todo tipo.
Y creo que el desafío está en seguir abriendo el espacio para que cada vez, haya más visibilidad para las mujeres artistas.
Porque yo creo que eso es lo que está faltando. Se cree que hay menos artistas electrónicas, porque cuando alguien va a un festival de música electrónica, ves un 90% de hombres y tal vez algunas que otras mujeres participando ahí de alguna manera. Creo que en general en la música sucede eso. Salvo que las mujeres estén bailando con ropa muy sexy, a lo Beyonce o Rihanna, y mostrando todos sus atributos femeninos, que son maravillosos! Me parece fantástico, pero hay muchas maneras de mostrarse como mujer, no es la única.
Creo que es eso, seguir luchando y seguir poniendo en evidencia que falta que se visibilice la cantidad de mujeres que están trabajando. Detrás del line up que se muestra en los festivales, hay un montón de cosas que suceden.
Yo cada vez que toco en un festival, pongo la voz en alto en relación a esto. Espero que la próxima edición haya más mujeres. Últimamente me pasa que o no hay mujeres, o hay una más. Y yo sé que hay muchas más mujeres que están trabajando y me da mucha bronca, por eso mismo que hablábamos antes, porque es distinta la mirada de la mujer, y me interesa que esa voz sea escuchada. Esa perspectiva femenina.
Hay mucho de lo otro y falta que se escuche esa voz.

¿Colaboras seguido con artistas mujeres?
Ahora estoy haciendo un disco, en el que la idea es que la mayoría de las colaboraciones sean todas con mujeres. Estoy haciendo una colaboración con una cantante eslovaca, que se llama Ivana Meer, hice colaboraciones con Lido Pimienta, de Colombia.
Tengo una invitación con una artista argentina que hace Trap. Y con otra colombiana que se llama Ela Minus.
Me encanta!

¿Qué te aporta como profesional y cómo mujer en particular esa colaboración? (A diferencia de una colaboración con un hombre)
Me parece muy distinta la mirada musical, principalmente. Me encanta trabajar con mujeres porque siento, entre otras cosas, que hablamos un idioma en común y me nutre mucho la mirada de las otras mujeres en mi obra. Y la vida de las otras mujeres en mi vida.
Me parece muy inspirador y nutritivo.
¿Cuáles son tus libros de cabecera que recomendarías a otras mujeres?
Las diosas de cada mujer, de Jean Shinoda Bolen.
Mujeres que corren con los lobos, de Clarissa Pinkola Estés.
Los libros de Jung, un montón. Por eso mi primer disco, empieza con una canción que hicimos con Pedro, que se llama Ánima. Que es como lo llamaba el jungianismo a esa particularidad femenina en el hombre y en la mujer. El ánima y el animus. Lo femenino y lo masculino, que habita en ambos géneros.

¿Qué prácticas personales para vos son sanadoras de tu conexión con la Madre Tierra y la feminidad?
El Yoga es el número uno. Tener un jardín, o un espacio verde, es otro muy importante. En el que pueda transplantar las plantas, tocar la Tierra. En casa tenemos un jardín con una huerta, con árboles. Vivimos en Adrogué, que es lejos de Capital, pero porque tenemos un jardín inmenso, con árboles frutales, tomates, albahaca, rúcula, zapallo, limonero.
El jardín me baja veinte cambios y me conecta.
Y también continuamente estar en ese acto de volver a escuchar lo que tenga que ser escuchado. Esa voz interna que a una le pide un descanso. O empezar cierto proyecto, o dejar cierto proyecto que ya no funciona.
El practicar la escucha interna. Muchas veces me hace falta, pero cuando puedo reconectar con eso, siento que es mi brújula.

¿Qué mujeres te inspiran cotidianamente?
Mi vieja es la número uno. La amo y tiene casi 70 años, acaba de terminar una segunda carrera universitaria. Es abogada y estudió ahora para ser martillera pública. Se llama Suzy. Es un personaje.
Todas las mujeres yo creo !
Las mujeres que son madres, las admiro completamente. Esa capacidad de poner en primer lugar, algo que deja de ser una misma, eso me parece muy trascendental. Esa capacidad de amar, de ser y de vivir.
Después hay muchas músicas, Petrona Martinez, Björk, Nina Simone…ella me parte la cabeza, tuvo una vida durísima.
Hay un montón, pero ellas son las que puedo pensar ahora.
Anais Nin, Clarice Lispector. Mujeres que me inspiraron mucho, aunque no las esté leyendo en este momento. Me hicieron muy bien.


Si pudieras darte un consejo a vos misma al tener tu primer menstruación, ¿cuál sería?
Esta es mortal.
En primer lugar que los tiempos de todo los pone una misma. Con respecto al amor, al sexo, el romance, principalmente.
Y que hay tiempo para todo.
Que no hace falta apresurarse, ni aparentar ser más grande que lo que una es.
Creo que en esa edad a mi me serviría que me digan que no hay roles que aparentar o nada que aparentar…más que ser una misma, como una es. Y al que le gusta bien, y al que no…ya sabemos (risas).
Y la importancia del decir no. Porque eso es algo que una aprende tarde me parece. Y es muy importante aprender a poner límites, en el sexo, en la vida, en el trabajo, las relaciones humanas….en todo!

¿Qué ves en tu futuro?
Yo espero que en la mitad de la nada. En la naturaleza, con un estudio increíble, lleno de instrumentos, con una vista maravillosa a un lago y una montaña y pudiendo trabajar desde ahí. Haciendo algunas giras…
Pero sobre todo con un gran espacio abierto a la Naturaleza, compartiéndolo con Pedro y mis dos perritas, Sirah y Negra.
Pero no me puedo imaginar otra cosa que una vida en la Naturaleza. Yo creo que cuando comience a tener esa vida, voy a empezar a vivir realmente.
Es muy loco, pero lo percibo así. Por más de que mi trabajo depende de las ciudades, porque es donde está la población del mundo (risas).
Pero, eso. Otra manera de trabajar con la música, a otro tiempo.
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English version


Tell us how was your musical and artistic evolution to become “Kaleema"
Basically my first approach to music was at 13, 14 years old with the violin, I started playing classical repertoire.
My relationship with music was completely modified, I was transformed. It was a before and after when I started playing an instrument.
I had always loved music, but it was at the moment when I started playing an instrument, that I began to understand it from another place.
Then I played guitar, started to create indie or folk songs.
I continued with the violin for many years, in fact all my life ... for 16 years I’ve playing the violin. But a few years ago, when I was working in orchestras, I made a collaboration with a German composer and conductor, who is called Gregor Schwellenbach, for a project at the Experimentation Center of the Colon Theater in Buenos Aires.
It was an interpretation of electronic music, with orchestral and acoustic instruments. It was one thing that blew my mind. They were two universes that I loved, electronics on one hand and acoustic or orchestral instruments on the other. It was something that nurtured me a lot as a musician, being able to play with other musicians in a giant format, 70 people on a stage generating a single sound.
Prior to that, I had decided that I wanted to make more danceable music or with electronic elements, and I went to study a year Production of electronic Music in the United States.
It was something that really opened my mind, because I already wanted to incorporate electronic and digital tools into the compositions but I did not know the MIDI format, nor the work with the software.
I came from an academic, theoretical field.
Then it was like a whole learning process the fact of integrating those universes, which for a long time were parallel, they didn’t touch.
In 2014 I decided to leave the Music School, I was doing a degree in musical composition at the UCA in Argentina.
For several reasons I decided to leave. I was studying composition and piano lessons with a piano teacher named Monica Cosachov, an amazing woman!
And she had told me that she recommended me to leave school, because it provides you with an excellent base for music, but then it starts to restrict you as an artist, telling you what is right and wrong.
And I was interested in composing, so it did not help to build more structures around me.
I left the Music School, and it was a leap of faith.
I was 26 years old. That's when Kaleema started.
I needed to be creating music, that I felt fresh and experiment, not to play something that someone wrote it 400, 500 years ago.
Anyway, all that previous work that I had already done, collaborating with orchestras, or with this pianist who I took classes for 5 years, all that began to be integrated in some way.
Although in the music I do, there are no instruments like piano. At least not as the fundamental sound. I am interest in other types of sonorities, much more related to nature, or rhythms like dance hall or hip hop, more urban.
And that's how I discovered that this was the music I wanted to do.
Quite experimental, I started to search for my own voice.

How do you explore feminism through your work?
This moment is a very special. In which I believe that women are empowering themselves a lot, in a lot of aspects, especially with their rights, of abortion, of work, of gender equality in general.
And I believe, that women have a different voice to men, in all spheres, in music, in photography, in painting, in theater, we have another kind of perspective.
And it is essential that there is space for that feminine point of view.
I feel that when I'm working in the studio and I'm writing, it's like being in a place where an alchemy happens that transforms me and gives meaning to everything I do.
And that place is a very feminine archetype. That I can live fully in that moment.
I feel that I become empowered, in that space of creation and freedom.
I work with both sides, the feminine and the masculine, the luminous and the dark, or the hidden, they both need to coexist so there can be a polarity in which a game appears, not purely one thing, nor the other, but the tension between those two things.
And that is what I like to explore the most.
The decision to put my voice, to give voice to the songs, has to do with that. I love digital sounds, but I wanted to give them a feminine and personal input.
That the voice has it, because each one has a unique voice. And it is not about developing something virtuously, but about expressing oneself, about expressing the point of view we have about the world, and about the universe.
That's what I try to tell in my songs.

Where do you find inspiration for your music? It always transport me to nature, to Mother Earth, to our origins.
Yes, totally. Nature has always been the number one of my inspirations. First of all because it is the space where I find a shelter. To rest and for my spirit.
And also because nature shelters and does not judge. It's like a mother.
Well, it's The Mother in fact.
Yes, definitely nature, woods, its sounds, its textures, everything in nature inspires me.
I like to use all that.
And I also like to accompany it with more synthetic sounds. But that within the synthetic maintains an organicity.
Another inspiration for me is the music of ancestral communities. I love listening to music from Africa, I have a small vinyl collection, and I love listening to music that has very little complexity at a music level. That it is very rich, but not very complex. With few elements, maybe some voices or some drums, some strings.
The music of Eastern Europe makes me crazy. The choirs of Bulgarian women, I think they are the most exquisite thing.
And they are women, who sing as they sing, who sound like goats, because for generations and generations they cared for goats on the mountain. So, in order to not feel lonely, they began to imitate their sounds. And they have amazing tunes!
They sing all together, and they sound like animals. Beautiful harmonies.
That is what inspires me the most. I listen to them and I get goosebumps. It transport myself.
Oh, and Arabic music too.

How was your relationship with your femininity throughout your personal life?
I am lucky to have a mother who always provide me a share of freedom as a woman. She is a very independent woman and I admire her a lot.
She is very transparent and very feminine. Very strong. She is vulnerable and strong at the same time.
And that was she shared with me since a very young age, that helped me to grow up with a lot of love for woman and the fact of being a woman.
That wonderful condition that life gives us. The possibility of bringing life to the world, among other wonders! (Laughs)
That relationship marked me a lot as a woman.
At the same time my femininity is something that I discover continuously.
The way of relating to my condition as a woman, with my woman's body.
Dancing is something that helped me a lot. Physical activity, Yoga.
And I'm continually learning and relearning, remembering. I am an Aries, and ascendent in Aries (laughs), I’m screwed ... so have a very masculine energy, I know how to act, how to keep going forward. What I continually re-learn is to occupy a more perceptive place, a receptivity space. More than doing and being in action all the time.
I feel that I have to work as a woman and remind myself continuously.
To stop and listen.
What does it mean for you to be a feminist today? And what is it for you to be a strong woman?
For me to be a feminist today is to dare, first of all, to have a voice of your own and not feel ashamed of that voice as a way of life, as a choice of life.
For me, a strong woman is a woman who is aware of her abilities as a woman. That she chooses an activity that gives her pleasure and joy and that makes her happy. Something that she really enjoys to do. And that she fights to sustain and to hold her point of view in the world.
Feminist women today, I think they are super active, a woman inspires other women when she is empowered. The strong women of today, I think they are mothers, they are musicians, photographers, filmmakers and they are there with their kids, doing what they like to do.
That multifunction ability that women have, but at the same time from a place of connection with the Earth, with natural rhythms and not in the urban capitalistic madness of going against all natural times, in which it does not matter if you are bleeding. All the time they demand from you, it does not matter if one is sad, anguished, with pains or menstruating.
For me, the truly strong and empowered woman is the one who dares to go to another time than what is stipulated.

What are, for you, the biggest challenges for women in the music scene today?
It happens to me quite a lot, especially coming from men, that they do not believe that women are capable of working with digital tools.
And they ask you, who produces your albums?
I do!
It is as if in the imaginary it had been that women are good for the humanities or for everything that is in a certain way, that does not involve a technique or engineering or everything that is machinery, because all that is for men, cables, electricity, plugs.
As if they were two things that do not touch each other.
When, now, there are many many women who are sound engineers, many women producing electronic music, many women who are working with tools of all kinds.
And I think the challenge is to keep opening the space so that each time, there is more visibility for them.
That is what is missing. It is believed that there are fewer electronic women artists, because when someone goes to an electronic music festival, you see 90% of men and maybe some women participating there in some way. Unless women are dancing with very sexy clothes, like Beyonce or Rihanna, and showing all their feminine attributes, which are wonderful! I think it's fantastic, but there are many ways to show yourself as a woman, it's not the only one.
I think that's it, keep fighting and keep showing that the number of women who are working must be more visible. Behind the line up that is shown at festivals, there are a lot of things that happen.
Every time I play at a festival, I raise my voice in relation to this: I hope that the next edition will have more women.
Lately it happens to me that either there are no women, or there is only one more. And I know that there are many more women who are working and it gives me a lot of anger, for that very reason that we spoke before, because the woman's perspective is different, and I'm interested in that voice being heard. That feminine perspective.
There is much of the other and that voice is missing.

Do you often collaborate with women artists?
Now I'm making a record, in which the idea is that most of the collaborations are all with women. I'm doing a collaboration with a Slovak singer, who's called Ivana Meer, I made collaborations with Lido Pimienta, from Colombia.
I have an invitation with an Argentinian artist who plays Trap. And with another Colombian called Ela Minus.
I love it!

Does this type of collaboration provides you something in particular? (Unlike a collaboration with a man)
I find the musical point of view very different, mainly. I love working with women because I feel, among other things, that we speak a common language and I am very nurtured by the input of other women in my work. And also the life examples of the other women in my life.
I find it very inspiring and nutritious.

What are your favorite books that you would recommend to other women?

The goddesses of every woman, by Jean Shinoda Bolen.
Women who run with the wolves, by Clarissa Pinkola Estés.
Jung's books. That's why my first album, begins with a song that we did with Pedro, called Ánima. Which is what Jungianism called that feminine particularity in men and women. The anima and the animus. The feminine and the masculine, which inhabits both genders.

What personal practices for you help you heal your connection with Mother Earth and your feminine energy?
Yoga is number one. Having a garden, or a green space, is another very important one. In which I can transplant the plants, touch the Earth. At home we have a garden with a huge garden, with trees. We live in Adrogué, which is a bit far from Capital City, but because we have an immense garden, with fruit trees, tomatoes, basil, arugula, squash, lemon.
The garden truly connects me.
And also continuously being in the act of listening again to what has to be heard. That inner voice that tells me to rest. Or to start a certain project, or to leave one that is not working anymore.
The practice of internal listening. When I can reconnect with that, I feel it's my north.

What women inspire you every day?
My mum is number one. I love her. She is almost 70 years old, she just finished a second university career. She is a lawyer and studied now to be a public hammer. Her name is Suzy. She is such a character.
All women I think!
Women who are mothers, I admire them completely. That ability to put in the first place, someone that is not them, their children. That capacity to love, to be and to live.
Also, there are many musicians, Petrona Martinez, Björk, Nina Simone ... she blows my mind, she had a very tough life.
There are a lot, but they are who I can think of now.
Anais Nin, Clarice Lispector. They are women who inspired me a lot, even if I'm not reading them right now. They walked with me a lot.


If you could give yourself an advice when you had your first menstruation, what would it be?

This is great.
In the first place that you should be the one guiding the times of everything. Regarding love, sex, romance, mainly.
And that there is a time for everything.
That there is no need to hurry, or pretend to be older than you are.
I think that at that age it would be useful for me to hear that there are no roles to pretend or anything to pretend actually ... you should be exactly who you are. And who likes it great, and who does not ... we already know (laughs).
And the importance of saying no. Because that's something that women learn too late I think. And it is very important to learn to put limits, in sex, in life, in work, in human relationships ... in everything!


What do you see in your future?

I hope that in the middle of nowhere. In the nature, with an incredible study, full of instruments, with a wonderful view to a lake and a mountain and being able to work from there. Doing some tours ...
But above all with a large space open to nature, sharing it with Pedro and my two dogs, Sirah and Negra.
But I can not imagine anything other than a life in Nature. I believe that when I start having that life, I will start to really live.
It is very crazy, but I feel that. Even if my work depends on the cities, because it is where the population of the world is (laughs).
But that. Another way to work with music, in another kind of time.


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Cover Foto by Hanna Quevedo
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