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For English version, and more photos, keep scrolling!
• Contame un poco cómo fue tu evolución artística. ¿Cómo te convertiste en Julim Rosa?
Desde muy chica tuve una inclinación a la producción artística. Empecé cuando tenía 12 años en un taller de pintura. Siempre necesité, sentí la necesidad de producir, o expresarme de alguna forma y empecé a través de la pintura, dibujo y collage. Y cuando terminé el colegio decidí estudiar Dirección de Arte para Publicidad y Fotografía, trabajé en una agencia de publicidad por un año, pero no me sentí cómoda con el proceso creativo en un marco tan comercial, donde se usa mucho como referencia cosas que ya existen.Y ahí fue cuando apliqué a Londres para irme a estudiar allá y quedé en la Universidad y me fui.
Pero, más allá de lo académico, y del camino más formal, siempre usé el arte y la producción como una suerte de refugio y de espacio de expresión.
Es gracioso cómo llegué a ser Julim Rosas. Cuando estaba estudiando en Londres, hice un proyecto que tenía que ver con la prostitución. Me generaban mucha curiosidad los panfletos y los volantes de prostitutas que había en Buenos Aires y tenía muchas ganas de descubrir qué era lo que pasaba debajo de esa superficie panfletaria y callejera. Hice un proyecto en el que diseñamos un volante, contraté un volantero de los que trabajaban en ese rubro, los repartió y por 48 horas respondí llamados, de hombres, porque eran todos hombres, que querían ese servicio.
Fue un proyecto muy intenso, que me hizo pensar mucho, o sentir en mi propio cuerpo, apenas lo que puede llegar a ser estar en una posición de trabajo sexual. Pero aparte de eso fue lo que me hizo crearme un seudónimo para no usar más mi nombre y apellido, porque quería desvincular mi práctica artística de todo lo que tenía que ver con mi familia.
Mi padre justo estaba en un cargo bastante alto, bastante comprometido y yo no quería cargar con el dogma familiar, ni tampoco quería que mi familia se viera afectada por cualquier cosa que pudiera suceder conmigo cuando estaba produciendo fuera de lo convencional o con tópicos que seguramente ellos no hubieran querido estar relacionados.
Ahí generé esta identidad que me daba toda la libertad del mundo. De hecho, un año y medio de mi vida, viajé por Latinoamérica y le decía a la gente que mi nombre era Rosa. Entonces tengo todo un grupo de amigos que me dice Rosa y que no saben que mi nombre es Julieta.
Fue magnífico, fue la primera vez que pude generar otro yo. Que no estaba pregnado con lo que acarreo desde que nací, la construcción social de quién soy. Y creo que fue algo que repetí varias veces en mi vida, tratar de desarraigarme de toda esa construcción y de preguntarme quién soy, qué soy, qué estoy haciendo.
Desde ese momento seguí trabajando en arte. Y hace 3 años descubrí el tatuaje como medio y me fascinó, desde entonces trabajo haciendo eso.
Fue un proyecto muy intenso, que me hizo pensar mucho, o sentir en mi propio cuerpo, apenas lo que puede llegar a ser estar en una posición de trabajo sexual. Pero aparte de eso fue lo que me hizo crearme un seudónimo para no usar más mi nombre y apellido, porque quería desvincular mi práctica artística de todo lo que tenía que ver con mi familia.
Mi padre justo estaba en un cargo bastante alto, bastante comprometido y yo no quería cargar con el dogma familiar, ni tampoco quería que mi familia se viera afectada por cualquier cosa que pudiera suceder conmigo cuando estaba produciendo fuera de lo convencional o con tópicos que seguramente ellos no hubieran querido estar relacionados.
Ahí generé esta identidad que me daba toda la libertad del mundo. De hecho, un año y medio de mi vida, viajé por Latinoamérica y le decía a la gente que mi nombre era Rosa. Entonces tengo todo un grupo de amigos que me dice Rosa y que no saben que mi nombre es Julieta.
Fue magnífico, fue la primera vez que pude generar otro yo. Que no estaba pregnado con lo que acarreo desde que nací, la construcción social de quién soy. Y creo que fue algo que repetí varias veces en mi vida, tratar de desarraigarme de toda esa construcción y de preguntarme quién soy, qué soy, qué estoy haciendo.
Desde ese momento seguí trabajando en arte. Y hace 3 años descubrí el tatuaje como medio y me fascinó, desde entonces trabajo haciendo eso.
• ¿Cómo fue y cómo es a lo largo de tu vida personal la relación con tu feminidad ?
Nací y crecí en Latinoamérica, la mayoría del tiempo, y siempre me sentí muy presionada por ser mujer. La expectativa del ser mujer era ser flaca, tener las uñas perfectas, el pelo divino, un montón de normas con las que yo no llegué a calzar nunca y siempre me sentí en la lucha por tener que calzar con eso, por no querer y no poder, pero al mismo tiempo sentir culpa por no querer y entonces tratar de poder. Siempre sentí que mi parte masculina era algo que tenía que deshacerme de, u ocultar, o cambiar.
Es muy loco, pero creo que sólo hice las paces con mi feminidad cuando hace tres años me mudé a Berlín y empecé a preguntarme nuevamente. Soltar todas las identidades anteriores, y empezar a preguntarme qué soy. Fue la primera vez que me pregunté si soy mujer o no.
Empecé a investigar sobre género y a relacionarme con gente que cambió de género, con gente que se identifica con el género que genitalmente no condice con lo que siempre los identificaron.
Al preguntarme qué soy: soy mujer, soy hombre, soy algo en el medio, recién ahí confirmé que soy mujer y me encontré con ser mujer y entendí que soy mujer.
Y ahi fue el momento en el que abracé mi forma de ser mujer, que es totalmente válida y comencé a validar esa manera mía de ser mujer.
Pude empezar a vivir, a producir y a existir desde ese lugar.
Es muy loco, pero creo que sólo hice las paces con mi feminidad cuando hace tres años me mudé a Berlín y empecé a preguntarme nuevamente. Soltar todas las identidades anteriores, y empezar a preguntarme qué soy. Fue la primera vez que me pregunté si soy mujer o no.
Empecé a investigar sobre género y a relacionarme con gente que cambió de género, con gente que se identifica con el género que genitalmente no condice con lo que siempre los identificaron.
Al preguntarme qué soy: soy mujer, soy hombre, soy algo en el medio, recién ahí confirmé que soy mujer y me encontré con ser mujer y entendí que soy mujer.
Y ahi fue el momento en el que abracé mi forma de ser mujer, que es totalmente válida y comencé a validar esa manera mía de ser mujer.
Pude empezar a vivir, a producir y a existir desde ese lugar.
•¿Cómo exploras a través de tu trabajo este camino de auto descubrimiento y pregunta?
Empecé a tatuar durante mi proceso de descubrimiento de género personal. Y encontré el tatuaje como una forma de expresión de todo esto que me estaba pasando a mi.
Empecé a producir desde mi propia experiencia personal. Y empecé a encontrarme con mucha gente que estaba en este camino, en este cuestionamiento al género. Y empezaron a salir preguntas hacia lo establecido, hacia la norma, el “deber ser”, el concepto de futuro, no vivir el presente.
Empecé a producir desde mi propia experiencia personal. Y empecé a encontrarme con mucha gente que estaba en este camino, en este cuestionamiento al género. Y empezaron a salir preguntas hacia lo establecido, hacia la norma, el “deber ser”, el concepto de futuro, no vivir el presente.
Exploro dos tópicos bastante grandes. Uno es el género y el otro es la autenticidad de la presencia.
Mi práctica artística me ayuda a que yo lo experimente como persona y experimentarlo como persona, hace que mi práctica artística también se conduzca a ese lugar. Es una nutrición mutua.
Al mismo tiempo, el tatuaje es trabajar con gente todos los días, entonces aparece más gente que está en el mismo camino, en la misma búsqueda, y eso te estimula a indagar más, a seguir profundizando. Porque es una comunidad que está al lado tuyo.
Creo en el tatuaje como un lugar conceptual, de preguntas, de significados y de emociones.
Mi práctica artística me ayuda a que yo lo experimente como persona y experimentarlo como persona, hace que mi práctica artística también se conduzca a ese lugar. Es una nutrición mutua.
Al mismo tiempo, el tatuaje es trabajar con gente todos los días, entonces aparece más gente que está en el mismo camino, en la misma búsqueda, y eso te estimula a indagar más, a seguir profundizando. Porque es una comunidad que está al lado tuyo.
Creo en el tatuaje como un lugar conceptual, de preguntas, de significados y de emociones.
• ¿Cuáles son, para vos, los mayores desafíos a los que se enfrentan las mujeres tatuadoras hoy?
Yo tengo la suerte de estar en Berlín, que es la ciudad más Queer del mundo, yo creo.
Entiendo que en un contexto de tatuadores tradicionales la mujer está bastante objetivada.
Abrís una revista de tatuajes y son todas minas desnudas, con tatuajes.
Es difícil salir encontrar el lugar en el que el interés por la mujer sea por su práctica y no por su estética y su físico.
También hay una comunidad muy grande que está alejada de todo eso. En mi experiencia personal ya no creo que pueda diferenciar si es una mujer o un hombre el artista detrás.
Y eso es lo que a mi me interesa.
Después de tanta diferenciación, siento que a mi me llama más la idea de una ecuanimidad y una universalidad, donde cada uno pueda decidir libremente, pero que la mirada general sea de igualdad.
Y que cada uno genere desde su práctica algo, y mientras sea auténtico…si es mujer u hombre…que no importe.
Yo acá vivo en un entorno Queer, es retrógrado el machismo en el ambiente del tatuaje.
Si pasa alguna vez, en la comunidad es mostrado y penalizado y es muy muy grave.
En Argentina, o en Latinoamérica es más normal, pero porque siento que la sociedad tiende a ser más machista, convencional, en general.
Me pasa cuando tatúo a veces en Buenos Aires, si tatúo a un hombre, que me diga que es la primera vez que se anima a tatuarse con una mujer. Como que hay todavía una cosa de no saber si lo vas a hacer bien por ser mujer.
Sí, pasa.
Entiendo que en un contexto de tatuadores tradicionales la mujer está bastante objetivada.
Abrís una revista de tatuajes y son todas minas desnudas, con tatuajes.
Es difícil salir encontrar el lugar en el que el interés por la mujer sea por su práctica y no por su estética y su físico.
También hay una comunidad muy grande que está alejada de todo eso. En mi experiencia personal ya no creo que pueda diferenciar si es una mujer o un hombre el artista detrás.
Y eso es lo que a mi me interesa.
Después de tanta diferenciación, siento que a mi me llama más la idea de una ecuanimidad y una universalidad, donde cada uno pueda decidir libremente, pero que la mirada general sea de igualdad.
Y que cada uno genere desde su práctica algo, y mientras sea auténtico…si es mujer u hombre…que no importe.
Yo acá vivo en un entorno Queer, es retrógrado el machismo en el ambiente del tatuaje.
Si pasa alguna vez, en la comunidad es mostrado y penalizado y es muy muy grave.
En Argentina, o en Latinoamérica es más normal, pero porque siento que la sociedad tiende a ser más machista, convencional, en general.
Me pasa cuando tatúo a veces en Buenos Aires, si tatúo a un hombre, que me diga que es la primera vez que se anima a tatuarse con una mujer. Como que hay todavía una cosa de no saber si lo vas a hacer bien por ser mujer.
Sí, pasa.
Pero acá en Berlín, el desafío pasa más porque tu práctica se mantenga auténtica y no te dejes llevar por la moda. No siento que tenga un desafío particular por ser mujer.
Repito: hoy, en Berlín.
Repito: hoy, en Berlín.
•¿Qué significa para vos ser feminista hoy? Y qué es para vos ser una mujer fuerte?
Uy, esa pregunta es buenísima. Porque toda mi vida tuve la imagen de la mujer fuerte como la super heroína que todo lo puede sola, que nunca pide ayuda que está bárbara todo el tiempo. Que si estás indispuesta o no estás indispuesta, estás igual, sos igual de productiva. Liderando. Esa era mi idea de mujer fuerte. En los últimos años descubrí que la fortaleza va por otro lado. Y que yo me siento más fuerte cuando soy vulnerable, cuando puedo llorar, cuando puedo decir No, cuando me conecto más con lo que me pasa a mi, cuando hablo desde mi verdad.
Y eso me da más fortaleza, me hace sentir más auténtica y me hace sentirme más conectada conmigo.
Quiero hoy quedarme en la cama porque me vino y me siento mal. Y poder decir “no” y poder decirle al mundo, hoy necesito esto, me hace sentir más fuerte que salir corriendo, tomarme cinco ibuprofeno y tratar de calzar con las expectativas de los demás.
Y con respecto al ser feminista, yo creo que una igualdad, creo en la sensación femenina y masculina desde una identificación de cada persona. Y no desde un sexo físico-genital.
Los discursos más sólidos y consistentes que encuentro son de gente que ha elegido ser mujer aunque su género originario o su sexo de nacimiento sea el otro.
Y esos cruces son los que más me interesan.
Esas elecciones.
Y eso me da más fortaleza, me hace sentir más auténtica y me hace sentirme más conectada conmigo.
Quiero hoy quedarme en la cama porque me vino y me siento mal. Y poder decir “no” y poder decirle al mundo, hoy necesito esto, me hace sentir más fuerte que salir corriendo, tomarme cinco ibuprofeno y tratar de calzar con las expectativas de los demás.
Y con respecto al ser feminista, yo creo que una igualdad, creo en la sensación femenina y masculina desde una identificación de cada persona. Y no desde un sexo físico-genital.
Los discursos más sólidos y consistentes que encuentro son de gente que ha elegido ser mujer aunque su género originario o su sexo de nacimiento sea el otro.
Y esos cruces son los que más me interesan.
Esas elecciones.
•¿Tenés algunas prácticas personales que te ayuden a conectar con tu feminidad y a encontrar un balance en tu vida?
Tengo la meditación como una herramienta de conexión conmigo.
Y cuánto más conectada estoy conmigo más femenina me siento y cuánto más alejada estoy de mi eje, menos femenina me siento, en general.
Rituales de limpieza y cuidados conmigo misma, y rituales de alimentación, de prestarme atención y dedicación, son los que me hacen sentirme más femenina.
Si estoy en un período de mi vida más funcional, estricto, donde me pongo muchas condiciones, o dónde me pongo muchas normas, o me exijo más, me siento más masculina.
Y cuánto más conectada estoy conmigo más femenina me siento y cuánto más alejada estoy de mi eje, menos femenina me siento, en general.
Rituales de limpieza y cuidados conmigo misma, y rituales de alimentación, de prestarme atención y dedicación, son los que me hacen sentirme más femenina.
Si estoy en un período de mi vida más funcional, estricto, donde me pongo muchas condiciones, o dónde me pongo muchas normas, o me exijo más, me siento más masculina.
•¿Cómo exploras el feminismo a través de la relación con tu cuerpo?
Siento que todo el tiempo soy mujer. Desde que me ducho y estoy desnuda, hasta en un momento sexual, o al momento de relacionarme con otras mujeres, o con las personas que se identifican como hombres.
Pero siempre estoy parada desde ese lugar de mujer. Y me gusta.
Y vuelvo a repetir, para mi es un lugar elegido. Y tener la capacidad de elegir, hace que lo que elegiste sea muy disfrutable.
Siento que cuando no era elegido, y era algo más del mandato, me costaba más relacionarme con eso. Era más como una tarea que me daba flaca hacer todos los días.
El cuerpo es lo que tenemos, la presencia física. La forma que tenemos de relacionarnos con otros es través del cuerpo. Y eso es algo que todavía estoy descubriendo.
Pero siempre estoy parada desde ese lugar de mujer. Y me gusta.
Y vuelvo a repetir, para mi es un lugar elegido. Y tener la capacidad de elegir, hace que lo que elegiste sea muy disfrutable.
Siento que cuando no era elegido, y era algo más del mandato, me costaba más relacionarme con eso. Era más como una tarea que me daba flaca hacer todos los días.
El cuerpo es lo que tenemos, la presencia física. La forma que tenemos de relacionarnos con otros es través del cuerpo. Y eso es algo que todavía estoy descubriendo.
El tatuaje funciona mucho como identidad. También siento que es algo que te categoriza fuera de los estándares de mujer u hombre. Entonces fue una herramienta que me ayudó a salir del estereotipo digamos.
Por ahí al principio como un acto rebelde, de marcarme para siempre para que quede claro que no vas a calzar nunca con ese estereotipo. Entonces te sacas la presión vos mismo de ser eso.
Listo, ya está, no lo voy a ser, todos lo ven. No va a pasar.
Después para mi es un diario de vida. Todas las experiencias que viviste.
Anclas a momentos de tu vida. Donde ya no tiene que ver con el significado propio del tatuaje. No importa si es un corazón, una flor, un ancla…más allá del diseño, ese tatuaje siempre te va a hacer acordar del momento que estabas pasando.
Y todos los momentos son válidos. Tengo tatuajes que me recuerdan momentos felices y otros que me recuerdan momentos tristes, pero son todos parte de mi historia en esta vida.
Y de la construcción de la identidad de uno, expuesta y accesible.
A mi me sirve mucho para entender quién soy, para darme fuerza y constituirme como humano.
Por ahí al principio como un acto rebelde, de marcarme para siempre para que quede claro que no vas a calzar nunca con ese estereotipo. Entonces te sacas la presión vos mismo de ser eso.
Listo, ya está, no lo voy a ser, todos lo ven. No va a pasar.
Después para mi es un diario de vida. Todas las experiencias que viviste.
Anclas a momentos de tu vida. Donde ya no tiene que ver con el significado propio del tatuaje. No importa si es un corazón, una flor, un ancla…más allá del diseño, ese tatuaje siempre te va a hacer acordar del momento que estabas pasando.
Y todos los momentos son válidos. Tengo tatuajes que me recuerdan momentos felices y otros que me recuerdan momentos tristes, pero son todos parte de mi historia en esta vida.
Y de la construcción de la identidad de uno, expuesta y accesible.
A mi me sirve mucho para entender quién soy, para darme fuerza y constituirme como humano.
•Si pudieras encontrarte a vos cuando tuviste tu primera menstruación, y pudieras darte un consejo. ¿Qué te dirías?
Tuve mi primera menstruación, cuando vivía en Buenos Aires. Iba a la escuela, y fui la última de todas. Eramos como 20 mujeres en el grado y cada una iba contando cuando le venía y yo fui la última de toda la clase!
Imaginate que ese año para mi fue esperar el momento para llegar a ser “normal”.
Encima venían a darnos charlas diciendo que te tenía que pasar entre los 12 y los 14. Entonces toda esta idea sobre lo que es normal, y como uno como niño se siente “ay por ahí no soy normal, y por ahí estoy afuera de la media, y qué voy a hacer si no me pasa a mi y a todos los demás sí”. Creo que me diría que me relaje (risas) con las ganas de ser normal.
Obviamente el día que me vino, fue como ya está. Me dejé de preocupar. Pero la pasé bastante mal.
Creo que trataría de diluir las ganas de pertenecer y corresponder con lo esperado.
Imaginate que ese año para mi fue esperar el momento para llegar a ser “normal”.
Encima venían a darnos charlas diciendo que te tenía que pasar entre los 12 y los 14. Entonces toda esta idea sobre lo que es normal, y como uno como niño se siente “ay por ahí no soy normal, y por ahí estoy afuera de la media, y qué voy a hacer si no me pasa a mi y a todos los demás sí”. Creo que me diría que me relaje (risas) con las ganas de ser normal.
Obviamente el día que me vino, fue como ya está. Me dejé de preocupar. Pero la pasé bastante mal.
Creo que trataría de diluir las ganas de pertenecer y corresponder con lo esperado.
Mi amiga Cata me decía “retrasada menstrual” (risas).
Y al momento de menstruar, me hubiera gustado mucho que me dieran otra mirada que no sea “esto es una mierda, te la tenés que banca una vez por mes y se te pasa”.
Me hubiera gustado mucho que exista otra lectura a la de tomate una pastilla y bancatela.
Fui a un ginecólogo a los 18 años y me dio pastillas anticonceptivas porque me dolían los ovarios cada vez que menstruaba.
Me hubiera gustado encontrarme con una aceptación y un disfrute de un ciclo. Me hubiera gustado entender más qué es lo que pasa durante esos 28 o 30 días de ciclo.
Que no lo supe hasta los 29 años.
También educación sexual…con mis padres nunca hablamos de nada.
Por ahí ellos tampoco la tenían.
Me hubiera gustado mucho que exista otra lectura a la de tomate una pastilla y bancatela.
Fui a un ginecólogo a los 18 años y me dio pastillas anticonceptivas porque me dolían los ovarios cada vez que menstruaba.
Me hubiera gustado encontrarme con una aceptación y un disfrute de un ciclo. Me hubiera gustado entender más qué es lo que pasa durante esos 28 o 30 días de ciclo.
Que no lo supe hasta los 29 años.
También educación sexual…con mis padres nunca hablamos de nada.
Por ahí ellos tampoco la tenían.
•¿Qué ves en tu futuro?
Solo puedo pensar en una seguidilla de presentes conscientes, auténticos y reales. No podría visualizarlo en un plano profesional, o geográfico. Como que mi pacto conmigo es hacer un check up en cuanto a si el presente es suficiente, si me hace muy feliz y si estoy donde siento que tengo que estar.
En el momento en que eso cambia, cambiar variables y tratar de ajustar.
Si puedo desear algo para el futuro, es poder seguir viviendo con la misma sensación con la que estoy viviendo ahora.
Que es, sé que tengo que estar acá, haciendo lo que estoy haciendo cada día y proyectar eso.
En el momento en que eso cambia, cambiar variables y tratar de ajustar.
Si puedo desear algo para el futuro, es poder seguir viviendo con la misma sensación con la que estoy viviendo ahora.
Que es, sé que tengo que estar acá, haciendo lo que estoy haciendo cada día y proyectar eso.
Y muy tatuada! (risas).
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ENGLISH VERSION
•Tell me about your evolution as an artist. How did you become Julim Rosa?
Since I was a kid I had an artistic sensitivity. When I was 12 I started painting classes.
I always needed, felt the need to produce or to express myself somehow, so I started through painting, drawings and collages.
When I finished high school I wanted to study Art Direction for advertisement and Photography, I worked in an advertising agency for a year, but I didn't feel so comfortable with the creative process in such a commercial context, where people use as references things that already exist. And there it was when I applied to London to study in the University. I got in, so I left.
I always needed, felt the need to produce or to express myself somehow, so I started through painting, drawings and collages.
When I finished high school I wanted to study Art Direction for advertisement and Photography, I worked in an advertising agency for a year, but I didn't feel so comfortable with the creative process in such a commercial context, where people use as references things that already exist. And there it was when I applied to London to study in the University. I got in, so I left.
But always, beyond the academic and formal world, I always used art and production as a sort of refugee and a space of expression.
It’s funny how I ended up being “Julim Rosa”. When I was studying in London, I created a project that was related with prostitution.
I was curious about the pamphlets and flyers of prostitutes that were in Buenos Aires and I wanted to discover what happened under that street situation.
It’s funny how I ended up being “Julim Rosa”. When I was studying in London, I created a project that was related with prostitution.
I was curious about the pamphlets and flyers of prostitutes that were in Buenos Aires and I wanted to discover what happened under that street situation.
I designed a flyer, I hired a guy to handle them in the street, and for 48 hours I answered calls, from men, because they were all men, who wanted that service.
It was a really intense project, that made me think and reflect a lot, and feel in my own body, just a tiny bit, being in a sex work position.
And besides that, that is why I created for me a pseudonym so I didn’t need to use my real name and last name. I wanted to disconnect my artistic practice from my family.
It was a really intense project, that made me think and reflect a lot, and feel in my own body, just a tiny bit, being in a sex work position.
And besides that, that is why I created for me a pseudonym so I didn’t need to use my real name and last name. I wanted to disconnect my artistic practice from my family.
My father was a in a high job position. I didn’t want to carry the family dogma and I didn’t want them to be connected with whatever could happened with me and my work as an artist, when I was producing pieces that were not traditional or topics that I’m sure they didn’t want to be connected.
And there I created this identity that it gave me all the freedom in the world. As a matter of fact, I traveled in Latin America for more than a year, and I said my name was “Rosa”, so many many friend of mine call me Rosa, and they don’t know my name is Julieta.
It was amazing, the first time I could generate another me. That it wasn’t related to everything that I carry since I was born, the social construction of what I am.
And I think that is something I continued doing for my hole life. Try to uproot myself from that construction and to ask myself who am I, what am I doing.
Since then I work as an artist.
And I think that is something I continued doing for my hole life. Try to uproot myself from that construction and to ask myself who am I, what am I doing.
Since then I work as an artist.
And three years ago I discovered tattoo as a mean, I was fascinated, and now I work doing that.
•How was it and how is it your relationship with your femininity?
I was born and I grew up, most of the time, in Latin America.
I always felt a big pressure for being a woman. As the expectation of being one, was to be skinny, have perfect nails, perfect hair, and many norms that I never fitted into.
I couldn’t and I didn’t want to fit, and always felt in a struggle for that.
I always felt I had to get rid of my masculine side. Something I had to hide or to change.
I couldn’t and I didn’t want to fit, and always felt in a struggle for that.
I always felt I had to get rid of my masculine side. Something I had to hide or to change.
It’s interesting, but I think I made peace with my femininity when, three years ago, I moved to Berlin and I started to re-think myself again.
I let go of all my previous identities, and asked myself who am I. It was the first time I asked myself if I am a woman or not.
I let go of all my previous identities, and asked myself who am I. It was the first time I asked myself if I am a woman or not.
I started to investigate about gender and I related to people who changed their gender, people who identify themselves with the gender that it doesn’t match with their genitals, and with what society always identified them to.
When I asked myself what I am, if I am a woman or a man, or something in between, just in that moment, I knew I am a woman, I found myself a woman, and I understood I am a woman.
I was able to embraced my own way of being a woman, and I started to validate it.
I started to live, produce and exist from that place.
I started to live, produce and exist from that place.
•How do you explore through your work this journey of self discovery ?
I started tattooing during my own process of discovering my gender. And I found that tattooing helped me as a way of expression for everything that was going on.
I started to produce from my own personal experience. And I found many people who was in the same journey as me, and many questions started to raise about what was established for us, about the norms, the should be, the concept of future, not living the present.
I started to produce from my own personal experience. And I found many people who was in the same journey as me, and many questions started to raise about what was established for us, about the norms, the should be, the concept of future, not living the present.
In my work I explore two big topics, one is gender and the other one is the authenticity of presence. My artistic practice and my personal life nourish each other.
At the same time, as a tattoo artist I work with people everyday, so people who are in the same path they just show up, and that generates a big motivation and flow to keep digging. Because it is a community that is beside you, and these kind of things are happening all the time to everyone of us.
I believe in tattoo as a concept place: of questions, of meanings and emotions.
•What are, for you, the biggest challenges that women as tattoo artists face today?
I am very lucky because I work in Berlin, which is the queerest city in the world, I think.
I understand that in a context of traditional tattoo artist, women are very objectify.
I understand that in a context of traditional tattoo artist, women are very objectify.
When you open a tattoo magazine, all you see are naked women, with tattoos.
It is difficult to find the place where the interest in a woman it’s about her practice and not because of her esthetics or her body.
It is difficult to find the place where the interest in a woman it’s about her practice and not because of her esthetics or her body.
But there is also a big community who is far away from that. In my own personal experience I don’t make any differences if the artist is a woman or a man.
And exactly that is what interests me.
And exactly that is what interests me.
After many centuries of differentiation, I like more the idea of equanimity and universality, where every one of us can decide freely, but the general view is one of equality.
And as long as everyone is authentic, it doesn’t matter if it is a woman or a man.
In a queer environment, to be a misogynist in the tattoo art scene, it is very retrograde and conservative.
If ever happens the community makes it public, and it’s penalized.
It is something very serious.
In a queer environment, to be a misogynist in the tattoo art scene, it is very retrograde and conservative.
If ever happens the community makes it public, and it’s penalized.
It is something very serious.
But sometimes when I tattoo in Buenos Aires, if I tattoo a man, it happened to me than he says that is the first time that he dears to be tattooed by a woman.
Still, the society doubts about the talent, experience and professionalism of women.
Yes, it happens…
Still, the society doubts about the talent, experience and professionalism of women.
Yes, it happens…
But here in Berlin, the challenge its about your practice being authentic and not pursuing a trend. I don’t feel I have a particular challenge because I am a woman.
But again, today, in Berlin.
But again, today, in Berlin.
•What does it mean to be a feminist today? And what is it for you to be a strong woman?
I like that question! Because all my life I had this image that being a strong woman is a being a heroine, who can do everything by herself, who never asks for help and is amazing 24x7.
If you are menstruating, you are the same, your are productive as always.
As a leader. That was my idea of being a strong woman.
If you are menstruating, you are the same, your are productive as always.
As a leader. That was my idea of being a strong woman.
And in the last year, I discover that strength is somewhere else.
And today I feel stronger when I am able to be vulnerable, when I can cry, when I can say NO, when I'm connected to my feelings. When I speak from my own truth.
And today I feel stronger when I am able to be vulnerable, when I can cry, when I can say NO, when I'm connected to my feelings. When I speak from my own truth.
That gives me strength, it makes me feel more authentic, and it makes me feel more connected to myself.
If I want to stay in bed because I’m bleeding and I don’t feel so good. It makes me feel stronger than taking five ibuprofens and try to fit in the expectations that the world has for me.
And about being feminist, I believe in equality. I believe in the sensation of femininity and masculinity from a personal identification. And not from a physical and genital sex.
Actually the voices that I found more solid and consistent are from people who had chosen to be a woman, even if their sex-gender was something else.
And those are the interjections that I found more interesting.
Those choses.
Actually the voices that I found more solid and consistent are from people who had chosen to be a woman, even if their sex-gender was something else.
And those are the interjections that I found more interesting.
Those choses.
•Do you have any personal practices than help you connect to your femininity and find a balance in your life?
Meditation for me is a tool to be connected to myself.
And the more connected I am with me, more feminine I feel.
And when I feel far away from my center, less feminine I feel, in general.
Cleaning and caring rituals for my body, and nourishing through food, helps to be connected.
If I’m in a period more practical and only functional, strict, where I put many conditions and limits to myself, or I am more self demanding, I feel more connected to my masculine side.
• What do you see in your future?
And the more connected I am with me, more feminine I feel.
And when I feel far away from my center, less feminine I feel, in general.
Cleaning and caring rituals for my body, and nourishing through food, helps to be connected.
If I’m in a period more practical and only functional, strict, where I put many conditions and limits to myself, or I am more self demanding, I feel more connected to my masculine side.
•How do you explore feminism through your body?
I am a woman all the time. From the moment I have a shower and I’m naked, when I have sex, or when I relate to other women or with people who identify themselves as men.
But I’m always standing from a women’s perspective. And I like it.
And it’s a chosen place. And having the capacity to choose, makes that what you chose is very enjoyable.
I feel that when it wasn’t, and it was just a social mandate, I had big struggles to relate to that. It was something that I just didn’t want to do.
But I’m always standing from a women’s perspective. And I like it.
And it’s a chosen place. And having the capacity to choose, makes that what you chose is very enjoyable.
I feel that when it wasn’t, and it was just a social mandate, I had big struggles to relate to that. It was something that I just didn’t want to do.
And our body is what we have, our physical presence. It’s the way that we have to relate to others is through our bodies. And that is something that I’m still discovering.
Tattoo works as an identity. I also feel that it is something that categorizes you outside the standards of woman/man. And it was a tool that helped me get out of the stereotype let's say.
Maybe at the beginning it meant an act of rebellion, mark myself forever so it is clear that I will never fit in. So you just take the pressure out.
Maybe at the beginning it meant an act of rebellion, mark myself forever so it is clear that I will never fit in. So you just take the pressure out.
That’s it! I will never be, everyone can see it. It won’t happen.
And then for me its a diary of a life. All the experiences that you lived. And they represent moments of your life.
And it doesn’t have to be with the particular meaning of that tattoo. It doesn’t matter if you it is a heart, a flower, or an anchor. It goes beyond the design, that tattoo will always remind you that particular moment that you were going through.
And all the moments are valid. I have tattoos that remind me of happy moments, and others that make me think of sad moments, but they are all part of my story in this life.
And part of the construction of one’s identity, exposed and accessible.
And then for me its a diary of a life. All the experiences that you lived. And they represent moments of your life.
And it doesn’t have to be with the particular meaning of that tattoo. It doesn’t matter if you it is a heart, a flower, or an anchor. It goes beyond the design, that tattoo will always remind you that particular moment that you were going through.
And all the moments are valid. I have tattoos that remind me of happy moments, and others that make me think of sad moments, but they are all part of my story in this life.
And part of the construction of one’s identity, exposed and accessible.
It is really helpful for me to understand who I am, it gives me strength in my daily life.
• If you could meet your younger self...what would you say to her at the time of the first menstruation?
I had my first menstruation, when I was living in Buenos Aires.
I was going to elementary school we were like 20 girls, and all of them told everyone when they started bleeding.
I was going to elementary school we were like 20 girls, and all of them told everyone when they started bleeding.
And I was the last one!
So imagine, all that year was waiting to become “normal”.
People came to school to talk about what was supposed to happen when we were between 12 and 14 years old.
So…all this idea of what does it mean to be normal, and how, as a kid, you feel that maybe you are not normal, and that you are outside of the norm, and the worries of what to do if you are not one of them.
I think the first thing I’d say to me, is to relax (laughs) with wanting to be normal.
Obviously the day that I bled for the first time, I was so relief ! But honestly I had a bad time waiting…
People came to school to talk about what was supposed to happen when we were between 12 and 14 years old.
So…all this idea of what does it mean to be normal, and how, as a kid, you feel that maybe you are not normal, and that you are outside of the norm, and the worries of what to do if you are not one of them.
I think the first thing I’d say to me, is to relax (laughs) with wanting to be normal.
Obviously the day that I bled for the first time, I was so relief ! But honestly I had a bad time waiting…
I think I’d try to decompress this desire of belonging and to fulfill the expected.
My friend Cata called me “menstrual retarded”!
My friend Cata called me “menstrual retarded”!
And then, in the first years of bleeding I’d have love to hear another insight. And not only “this is a pain in the ass, that you have to put up with once a month, and that’s it”.
I’d have like to know that there are other forms of living it than taking a pill and put up with it.
I went to the gynecologist when I was 18 years old and he gave me the birth control pill, because I had ovary pain when I bled.
I’d have like to find acceptation and enjoy in bleeding and more understanding of what was going on during the other part of the cicle, the other 22, 25 days.
And I didn’t know anything about this until I was 29 years old.
Also sexual education, with my parents I never talked about anything.
But…maybe they also didn’t know.
I’d have like to know that there are other forms of living it than taking a pill and put up with it.
I went to the gynecologist when I was 18 years old and he gave me the birth control pill, because I had ovary pain when I bled.
I’d have like to find acceptation and enjoy in bleeding and more understanding of what was going on during the other part of the cicle, the other 22, 25 days.
And I didn’t know anything about this until I was 29 years old.
Also sexual education, with my parents I never talked about anything.
But…maybe they also didn’t know.
I can only think about conscious and authentic presents.
I couldn’t visualize my future in a professional or geographic level.
The pact that I have with myself is to make a constant check up, an ask me if the present is enough, if it makes me happy and if I am where I have and want to be.
In the moment that that changes, start to change variables and try to adjust.
If I can desire something for my future is to be able to keep living with the same feeling that I’m leaving now.
That it is, that I know that I have to be here, doing what I am doing and project that.
I couldn’t visualize my future in a professional or geographic level.
The pact that I have with myself is to make a constant check up, an ask me if the present is enough, if it makes me happy and if I am where I have and want to be.
In the moment that that changes, start to change variables and try to adjust.
If I can desire something for my future is to be able to keep living with the same feeling that I’m leaving now.
That it is, that I know that I have to be here, doing what I am doing and project that.
Oh, and very tattooed !