Baja la luz lunar, se acerca cuarto menguante. La fase de la luna que se asocia y se espeja con la fase pre menstrual del ciclo.
Y uno de los síntomas que solemos sentir las mujeres en esta fase es irritabilidad.

De ahí vienen las famosas frases enjuiciadoras “uffff, estás en esos días?” “qué te pasa, te está por venir?”
Estar irritable y saltar "por nada", es algo que conozco bastante bien!
Pero últimamente, decidí dar vuelta ese discurso y pensar a la irritabilidad como una defensa del organismo.
Organismo que por alguna razón, se siente alerta. Tan alerta que responde irritado ante algo que pareciera no ser de una magnitud tan grande, ni tan profunda.
Del mismo modo que sucede en el aparato digestivo, esa irritabilidad es síntoma de que hay algo que está transitando por esa zona u organismo que no está siendo bien digerido, ni siendo amoroso en su camino (hace rato!).
Por lo tanto nos encontramos con un organismo que viene aguantando. Algo, alguien.
Puede ser una persona, un vínculo, un trabajo, una situación de stress.
Con la luna menguante y la fase pre menstrual comienza la etapa oscura del ciclo.
Es hora de ir hacia adentro, de abrazar a la Diosa Oscura. De entregarnos a otro ritmo, a otro tiempo.
De darnos espacio, de otorgárnos amor, auto cuidado, auto mimo.

ESPACIO. SILENCIO. TIEMPO MÁS INDIVIDUAL, MENOS SOCIAL.
Por eso, antes de echarle la culpa al síndrome pre menstrual, y a “esos días” , te propongo cambiar el paradigma, honrar la sensibilización, lucidez y percepción de tu cuerpo, que llega con esta fase del ciclo, aventurarnos un poco hacia adentro, abrir un diálogo interno y preguntarte “¿por qué me siento tan presionada?” “qué elemento de mi vida me hace sentir al límite de explotar?” "qué habito puedo modificar para sentirme con más margen?"
Tal vez no sea una persona o un vínculo en concreto, sino más bien formas en las que llevamos a cabo ciertas tareas, relaciones o rutinas diarias.

¿Qué podes hacer hoy para darte un poco más de espacio?

Ese espacio, ese margen necesario para no ir de cero a cien ante la mínima situación de stress o incomodidad, sino poder percibir antes, a tiempo, qué es eso que te molesta, que te hace ruido, te hace daño, o te desanima, y entonces puedas correrte y tomarte un respiro antes de llegar a tu límite.

Decir que no a tiempo.

Porque llegar al límite y explotar, agota tu energía y la de los demás exponencialmente.
Agota el amor, el vínculo. Con vos misma, y con un otre.

Nos enseñaron a soportar siempre un poco más. Nos cuesta mucho reconocer cuándo estamos llegando al límite de nuestra capacidad física y emocional, y en vez de auto-reconocer nuestro límites, nos damos cuenta cuando ya los pasamos. Cuando estamos agotadas. Cuando ya nos hicimos un poco, o bastante, daño.
Por eso es importante aprender a hacer espacio y un poco de silencio para que esos avisos pequeños, ¡que siempre existen antes de la explosión!, puedan hacerse presentes y nosotras estemos disponibles para escuchar(nos).
Cada una encontrará sus formas de hacerse escuchar. Pero hay algunos rituales ó prácticas que a mi me ayudan en este proceso de practicar el diálogo interior, y que me gustaría compartirles:

• Dedicar algún momento de la mañana y de la tarde a estar sola. Puede ser meditando, caminando disfrutando del aire libre, escribiendo, leyendo o simplemente comiendo o tomando algo rico. Tomate ese espacio en el que estés vos con vos.
Que no haya diálogo con otra persona. Ni mucho ruido externo. No tiene que ser muy largo el momento, aunque ¡claro!, una vez que lo ponemos en práctica cuánto más largo mejor :)
Pero con 20 minutos, media hora dos veces al día, ya se pone en práctica la auto escucha, un montón!

•Tomate algunas veces por semana (al menos 2,3) para hacer algún tipo de ejercicio físico, como caminar conscientemente, correr, yoga, natación. El ejercicio pone en movimiento el cuerpo, y el prana (energía) se moviliza ayudando a que todo lo bloqueado, tanto en la mente como en el cuerpo físico, también fluya y se limpie. Ayudándonos a sentir con más claridad y más conectadas con nuestra propia verdad.

• Probá hacer cosas solo por el hecho de que te den placer, sin buscar un objetivo. Como dibujar, danzar, pintar, cantar. Algo que no sea "productivo", ni que te de plata, solo que te lleve a explorar tu creatividad y expandirte.

•Practicá el decir las cosas antes de que se vuelva algo muy grande dentro de vos. Sacale peso y gravedad al diálogo, que no todo se vuelva reclamo. Generá diálogos más fluídos y livianos con la gente que te rodea. Contándoles qué te gustaría que sea diferente, o qué soñás para tu realidad en la convivencia diaria. Así estás más al día con tus relaciones, y no todo llega a ser una conversación pesada y ardua, post agresión y explosión emocional.

•Practicá decir que NO más seguido y fijate qué se siente! ¿Te da culpa, verguenza, fiaca que te pregunten por qué?
Explorá esos sentimientos y bancátela!
•Aprendé a nutrir a tu cuerpo físico también. Descansá bien y comé cosas/ platos que te produzcan saciedad y bienestar. Que te sientas contenida y con energía suficiente para afrontar la ardua tarea de vivir en esta sociedad!
Pero  que a su vez, no te cueste tanto digerir ese alimento, así la energía digestiva no se va solamente en eso, y guardás un poco de fuego digestivo para digerir las situaciones que te toque vivir durante el día.
Elegí alimentos que te otorguen energía.
Si tu cuerpo no tiene energía, si pasas hambre muchas horas por colgada, o comés demasiado liviano todo el tiempo,cuando estás gastando energía trabajando, maternando, entrenando (etc), el cuerpo genera un estado de alerta fisiológico que no está bueno y produce ansiedad.
Si es necesario, consultá con algún profesional que te pueda ayudar con esto! Porque no hay dos personas iguales, ni dos sistemas digestivos iguales, por lo tanto no hay recetas mágicas.
Pero algunos tips básicos como: elegir platos sin harinas, ni azucares refinadas. Optando por vegetales de estación. Teniendo en cuenta tu capacidad digestiva, fijate si te conviene que estén cocidos o crudos (es más fácil digerir cocidos, que crudos!)
En otoño, invierno (y en la fase pre menstrual) siempre es mejor platos calentitos, bien oléosos, que nos conecten con la Tierra y nos ayuden a enraizar. No optar siempre por ensaladas frías y livianas, porque esto puede producir mucho viento, movimiento mental y por ende, ansiedad e irritabilidad.

•Disminuí el consumo de estimulantes como el café, el mate y el té negro después de la mañana. Y explorá tomar té de hierbas que bajen un poco la locura y te lleven hacia adentro. Como por ejemplo, té de Lavanda, Melisa, Manzanilla y Canela.
Todos estos ayudan a suavizar la mente, los nervios y también, los dolores pre menstruales y digestivos.

•Aunque parezca dificil en el día a día encontrate con esxs amigxs que te hacen feliz y te hacen reir. Hacete espacio, salí un poco de tu casa/ de tu pareja / de tus hijes y encontrá ese espacio personal con amigxs. Es muy necesario!!! Esos encuentros, ponen en movimiento tantas cosas saludables !

• Tomate pausas del trabajo durante la jornada laboral. Al menos salí a tomar aire fresco por cinco minutos.

•Una vez por semana (o al menos una vez por mes!) planeá una cita con vos misma. Regalate algo que te haga sentir bien....vos sabrás qué es ! Un masaje, una comida afuera, ir al cine, un objeto que te guste mucho.
Sin culpas y  con mucho amor. Date placer.

• Mantené un diaro personal de ideas, proyectos, cosas que te gustan, cosas que no. Planes, viajes, amores posibles. Intencioná todo eso que querés que suceda en tu realidad. Y tenelo cerca tuyo siempre.


Estas son algunas ideas nada más.
¡Explorate y encontrá las tuyas !

Con amor,
iara

La ilustración de portada es de little by lupin
Y la foto de Yolanda Armengol








Back to Top